jueves, 11 de enero de 2018

Experiencia en el Páramo De Sumapaz

Les compartimos parte de la experiencia del pasado diciembre en el Taller: Sociedad, Economía y Educación - Experiencia en el Páramo De Sumapaz.
Grupos: Quincha, Hexagrama, Hodos (Integrante Bogotá) y  Arco Iris (Integrante Bogotá)

ver vídeo AQUÍ


1.  El inicio de la travesía- El encuentro del río
En nuestra travesía  hicimos una primera parada junto a una fuente hídrica en las afueras del Municipio de Sibaté, nos ubicamos bajo un puente frente a un panorama de un cuerpo de agua (río Bogotá, el segundo río más contaminado del mundo)  que bien pareciera otra cosa ante su olor fétido, e hicimos  un esfuerzo por aguantar un poco la respiración mientras aparecieron las palabras. Un llamado a la sensatez no se hizo esperar:

“El rio ya no vive, y prueba de eso es el constante y lento hervor de sus aguas producto de los procesos anaeróbicos propios de ambientes sin vida…”




Mientras escuchamos la explicación vimos el contraste de esa masa negra y brillante que se asemeja al betún con el verde del prado y los perros y pájaros que se acuestan a tomar el cálido sol de la mañana. Entendimos  este mensaje como si la vida se negara a que la muerte le ganara la partida. El elemental del rio está allí se nos presenta como un joven agonizando que tiene la esperanza de ser salvado, de ser salvado por nosotros. Su olor nos obliga a alejarnos de aquel lugar, pero es su aliento a azufre el que nos habla de una verdad concebida.

Hemos tenido en nuestras manos la responsabilidad  del mantenimiento de la vida y lo hemos ignorado. Hemos puesto en peligro nuestra propia existencia  y aún rodeados de miseria no vemos la inminente necesidad de detenernos en medio de este abismo. Es fácil caer en  una mirada desesperanzadora en medio de tanto aún por conservar.  Cómo recuperarnos? Aún hay caminos para salvar.

2.  Encontrando el camino

Una siguiente parada fue  en el municipio de Sibaté, nuestro lenguajeo continua, esta vez acompañado del delicioso aroma de un humeante chocolate y el sabor de la tierra al degustar una changua, uno de nuestros caldos tradicionales.

Una mesa, un fragmento de madera labrado para el uso humano, fue nuestro testigo, dialogamos, compartimos, hablamos acerca de nuestros encuentros y desencuentros.
El diálogo, al igual que la laguna fue nuestro punto de partida y al mismo tiempo nuestro punto de llegada.  “El camino al nacimiento del agua resulta ser para mí como el camino de la vida, una aventura con muchos puntos de encuentro, bifurcaciones, entrelazamientos”, y allí nos vimos perdidos tratando de llegar a la laguna,  así también nos perdemos como seres en busca de la verdad y así como en el camino pusimos a prueba nuestra fuerza para sacar los carros atascados, nuestra pericia para encontrar el rumbo y la ayuda de desconocidos que se vuelven parte del camino al ayudarnos a encontrar el destino,  así se nos representó  la hermosa trama de la vida… todos nos perdemos un poco en nuestros propios mundos y sufrimos unos más que otros depende del camino y probamos nuestra fuerza y el caos y la confusión llegan como salvador al hacer surgir la emergencia, pero también hay entre cada uno de nosotros algo que se llama esperanza, que nos mantiene a salvo.


3.  La Madre Tierra
Estábamos entrando a un lugar sagrado (raro pensarlo así, ya habitar la tierra es estar en un lugar sagrado), aún respiramos veneno producto de las fumigaciones en plena zona de páramo, allí nos encontramos en un espacio pequeño de la gran montaña en donde iniciamos nuestro ritual de bienvenida. “Apenas entro me lanzo a la tierra, que más bien parece un colchón hecho de fina hierbas, deliciosa bienvenida, en un acto cierro mis ojos y agradezco a la madre por permitirme conocerla más”,  y aparece en la oración el aroma del  alcohol, perfume de chonduro, regalo de nuestro amigo Julián quien nos hizo una “limpia” junto con la sacha panga. Algunos fuimos felices encontrándonos con su elemental, otros  nodos incrédulos y otros resistentes pero al final… todos en un acto de generosidad y de amor pese a sus creencias decidieron acceder, y ya con más fuerzas, decidimos continuar. 














La  “Limpieza “ – un acto de reconciliación
Con ese hermoso sol y ante la presencia de esa majestuosa montaña que contenía innumerables frailejones  y ya a  punto de llegar a la Laguna, era importante estar limpios y pedir perdón a la naturaleza por tanto maltrato y daño al lugar.  La “limpieza” todo un ritual guiado por nuestro compañero y amigo Julián Fernando nos iluminó en esta experiencia y nos previno de  la necesidad de estar limpios energéticamente y pedir permiso a la madre tierra para ingresar a este hermoso lugar.
Con esa esencia que brotaba de la boca de Julián todos tomamos entendimos que realmente como seres vivos hemos maltratado la naturaleza y la tierra se reciente del daño que le hacemos, ese cambio de energía, de paz y tranquilidad que sentimos nos permitió continuar con mayor energía ante la pendiente para finalmente continuar y avizorar la tan esperada Laguna Alar  que nos recibía con  su majestuosidad y pureza. Caminábamos y nos acercábamos  en medio de espléndidos frailejones que nos trazaban el final del camino.   El camino estaba a un paso de conquistar  nuestro encuentro.

Es paradójica esta experiencia: en un aparente estado de conciencia deambulamos por las calles y habitamos la tierra, pero actuamos como dormidos, como drogados, como anestesiados. Resulta difícil advertir la existencia, la vida, no sólo la nuestra sino la que tiene todo a nuestro alrededor. Necesitamos  ir tan lejos  en tiempo y distancia para recordar y comprender la complejidad de nuestra existencia,  y la misión para la cual hemos sido creados. Necesitamos vivir esta experiencia para recordar nuestra esencia,  para sentirnos vivos. Es  abstraerse del mundo material sumido en el consumo para precisamente reconocer  en la materialidad de la naturaleza la dimensión espiritual de la misma.

“Para mi esta experiencia representa la otredad, la importancia de reconocernos en el otro, en esta ocasión reconocerme como Ser, entramado en las múltiples dimensiones propias de la vida, con mi amado QUINCHA, pero también con otros nodos mundos increíbles como Hexagrama, Hodos, Arco Iris y un regalo que no esperábamos, un integrante de Sutagao[1] quien amorosamente nos regaló su tiempo para compartir esta experiencia maravillosa… En la esencia de Quincha encuentro lo que me gusta, las sincronías de lo que pensamos y sentimos, sin embargo, hoy se abrieron nuestras alas al escuchar otras opiniones y encontrar otras miradas, unas muy concretas otras arriesgadas, pero al fin todas muy valiosas que me hacen comprender la importancia del equilibrio como elemento esencial en la trama de la vida”.

4.  El sendero de los “monjes capuchinos”
Como siempre en el lenguajeo emerge nuestra tradición oral, nuestros ancestros hablan a medida que avanzamos trayendo la información guardada en el Akasha y es allí donde aparecen los monjes capuchinos, los frailejones que para los conquistadores eran confundidos con estos personajes por su apariencia erguida y sus colores que asemejan la vestimenta de túnicas.
El transitar entre los frailejones fue muy impactante, en un momento dejamos  que el aterciopelado cuerpo de sus hojas acariciara nuestro rostro y allí llegó de nuevo la información que provocó el llanto, el remordimiento de lo que hacemos, de la actitud indiscriminada, de nuestra indiferencia, nos hizo pensar en la maldad que nos envuelve como humanidad, qué tan diferentes somos de los criminales privados de su libertad?, ellos nos dieron la respuesta… ninguna diferencia, devastamos, destruimos, aniquilamos,  al no cuidar nuestra  vida ni la de nuestros hijos, el fin es inevitable…al final no tendremos nada más que hacer.

Es deprimente, abrumador, agresivo, algo tan bello como un camino lleno de frailejones que solo nos dicen todo el tiempo “hay vida”  “hay agua” “hay esperanza”, una nube de preocupación y desencanto por nuestras acciones invade nuestra mente.

5.  El encuentro con la diosa – Diálogo de saberes
Todos los cuerpos de agua son sagrados, por eso cada rincón del páramo es sagrado, nuestra llegada a la laguna la Hermosa Diosa inicia con la contemplación, acto seguido nos sentamos a un lado de la laguna y decidimos continuar con nuestro diálogo, en medio del compartir los alimentos  “este diálogo inició como inician las mejores cosas de la vida, como diría la profesora Gloria Restrepo, alrededor de la comida, como acogedora y mediadora”.
Hicimos un círculo de la palabra que fue visitado por un hombre que junto a su familia también disfrutaba el páramo y los alrededores de  la laguna. Aquél hombre con su sabiduría logró dinamizar nuestra conversación, hablamos por una parte de las diferentes problemáticas ambientales que aquejan al río Tunjuelo;  tales como: 
  • La  explotación minera de multinacionales  cerca a las afluentes  del río Bogotá; por ejemplo cerca al río Tunjuelo (denominado “alcantarilla a cielo abierto” debido a la alta de demanda bioquímica de oxígeno, elevada concentración de metales pesados tales como Cadmio, Cromo, Mercurio y Plomo, así como detergentes y fenoles, siendo el más contaminado químicamente de todos los afluentes del río Bogotá) 
  • Las aguas residuales de empresas curtidoras de cueros que van directamente a los ríos, sin ningún pretratamiento; y el taponamiento de sistema de alcantarillado por la operación de estas  empresas. Lo que se agrava con la presencia de asentamientos en la ronda del río Tunjuelo.
  • Los lixiviados del relleno sanitario Doña Juana y botaderos a cielo abierto que también deterioran las fuentes hídricas y deterioran el río Tunjuelo  que desemboca en el río Bogotá.
  • El proyecto minero Sociedad Minera de Santander, Minesa, que busca la aprobación de la extracción de oro en área de influencia del páramo de Santurbán, ubicado entre los departamentos de Santander y Norte de Santander.
  • Los cultivos de papa, que muchas veces nuestros campesinos los hacen en terrenos que tienen una vocación distinta a la agricultura;  sumado esto  a las fumigaciones que inciden también en los cuerpos de agua debido a la escorrentía que arrastra metales pesados que también contaminan.
Así mismo dialogamos acerca de diferentes  colectivos que se han fortalecido para luchar contra proyectos  que ponen en riego el equilibrio ambiental y la preservación de los bienes materiales y culturales:
  • El pueblo  U´wa reivindica un derecho colectivo, no sólo como pueblos sino como seres vivos, como especie humana, de tener y vivir una naturaleza en equilibrio y un ecosistema sano. Lideran una lucha abierta en contra de la explotación petrolera a cargo de empresas multinacionales.
  •  Los  movimientos sociales  ambientales que promueven la recuperación de los  afluentes del Río Bogotá, tales como: grupo Borde Norte, grupo Cerros orientales y Asamblea Sur que tienen varias solicitudes para la  transformación de estos ecosistemas, y adelantan diferentes procesos educativos y procesos culturales emancipatorios para la conservación de los mismos.
  • Hablamos de minería;  de los procesos locales como los cabildos de bosa de nuestra amada montaña en donde se teje una red de cuidado del agua.
  • La práctica ancestral de decolonialidad, que a nuestro juicio, al igual que los movimientos ambientales tienen un trasfondo político en tanto  la toma de decisiones emerge de una acción consciente que reconoce lo propio, las raíces, lo construido, superando imposiciones bajo una lógica económica  que resulta insostenible. En este punto  vinculamos los planteamientos de Francisco Gutiérrez al hablar de la “educación como praxis política”, por cuanto la educación está llamada en nuestros pueblos, a formar para decidir acerca de nuestra realidad, del mundo en el cual nos movemos y de la manera y los medios a través de los cuales construimos nuestra existencia. La Educación como acción reflexiva por parte de los maestros quienes en un ejercicio responsable ejercemos y formamos en  la participación activa y transformadora.
  • Otra propuesta que aporta de manera significativa a la conservación de los ecosistemas, que se han visto significativamente afectados por los efectos del cambio climático, es el modelo de pago por servicios ambientales que se realiza en el territorio de la CAR (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca) desde el año 2016. Esta iniciativa desde sus inicios tuvo dos objetivos: preservar los ecosistemas estratégicos de Colombia al evitar la deforestación  y retribuir económicamente a los campesinos por convertirse en guardianes de sus territorios. Una iniciativa que se vuelve una esperanza,  y que irónicamente usa precisamente  un incentivo económico a los campesinos para detener los que se ha deteriorado  también  por otro  incentivo económico. Similar argumento,  con resultados distintos.

6. Nuestro contacto con el agua

Es una tarde soleada, el cielo azul resplandece mientras nosotros tomados de las manos y con nuestros pies en la laguna “laguna Alar”, nos fundíamos en un profundo abrazo con el universo, la naturaleza y el agua. Este encuentro nos  invitó a transitar nuestras vidas desde la maravillosa proyección de la fluidez, la felicidad, el permanente movimiento y la libertad que se abre ante la incertidumbre de la vida. Nos conectamos con ella desde el corazón, la mente y la sensación, permitiendo que nuestros cuerpos y conciencias  participaran de éste proceso de purificación a través del poder sanador del agua, durante unos minutos.

Estábamos allí,  sumergidos, con nuestros pies descalzos, sintiendo la desnudez de lo sencillo, sintiendo el frío y la frescura del agua tan distante en nuestra cotidianidad. Una experiencia distinta de contacto, que si bien hace parte de nuestro diario vivir (asear nuestro cuerpo, lavarnos las manos, tomar agua, …) no nos detenemos a hacerla un ejercicio reflexivo, una experiencia espiritual. Se trata de darnos la oportunidad de vivir de manera consciente dimensionando el límite de nuestras actuaciones y la manera cómo estas inciden en nuestro equilibrio y el de los demás seres que habitamos este universo. No se trata solo de una práctica de contemplación, sino más bien de aproximarnos a vivir experiencias de amor,  respeto y solidaridad que llene de sentido nuestra existencia e irradie de vida a los demás.
Contacto- reflexión, una práctica que se debe reflejar en la acción responsable del buen vivir.


7.  Mandala desde lo encarnado

La verdad es que nos queríamos ir, transitábamos entre el abrazo del sol y de las nubes frías y suaves, había un movimiento constante explícito, la naturaleza como siempre vibraba y estaba allí en una estructura armoniosa, sus formas, olores, colores y sonidos resonaban en nuestras células y nos invitaban a ser más explícita nuestra unidad.

El cielo se abrazó con la tierra y nosotros nos fundimos con ella en un círculo, no fue simbólico, estábamos allí sintiendo claramente la ser y al universo. Estábamos,  allí desde un sentir, desde la emoción de hacernos parte del microcosmos y a la vez del macrosmos.

La construcción del mándala nos llevó a vibrar y a sentir la gran fuente de la inspiración, un gran abrazo del agua que con su hermoso sonido nos calmaba la sed, retornando a la fuente, sintiendo  lo vivo, lo autopoiético, la paz de vivir con el otro y con uno mismo, este círculo mágico de nosotros con todo lo vivo, canalizó la energía y entonces si salimos felices y resueltos del sitio sagrado, de la Laguna Alar, con nuestro encuentro personal, centrados de nuevo, con una experiencia de vida, con un resultado estético, prístino, puro, único y personal. Completamente relajados, sosegados retornamos a la cotidianidad, después de un viaje creativo, sanador, maravilloso y mágico de vida en colectivo.

También como la laguna, al inicio y al final UN MAESTRO

El  universo está cargado de información, y los seres que lo habitamos estamos llenos de esta.
Esta experiencia deja claro que en medio del camino sigue siendo importante la educación, la presencia de un maestro, un guía, que a modo de compañero del camino facilite aprendizajes, y genere oportunidades que lo medien.

En esta experiencia, vivida ,  imaginada , soñada. se destaca el papel de un compañero quien en medio de su sabiduría compartió la vivencia, sus conocimientos, sus saberes y nos recordó que para vivir se necesita sentir, amar y perdonar.

Sentir que todo lo que está a nuestro alrededor está vivo y merece respeto, que cada segundo que respiramos y compartimos de manera consciente con la vida prolonga nuestra existencia

Que se necesita amar para sentir con el alma, para vivir en carne propia la realidad que aqueja nuestro planeta y el papel que cumplimos en este.

Perdonar… porque para caminar se necesita volver a iniciar el camino haciendo las paces con nosotros mismos, con nuestra historia, con un legado vergonzoso de comportamientos  no amigables con la naturaleza y con nosotros mismos. Perdonar el abuso, el consumo excesivo, la ignorancia, la indiferencia.

Se necesita perdonar y perdonarse para empezar de nuevo y para poder ver que aún en medio del caos existe una esperanza.    Que este paisaje disfrutado y vivido ahora y en otros momentos de nuestra existencia  nos muestra que aún hay vida por salvar y que de nosotros depende que se mantenga y se expanda.

Un reto importante y necesario de asumir desde la educación…la prolongación de nuestra  existencia.




Y aquí en medio de esta experiencia… a muchos kilómetros de distancia un ser, un mundo compartido y amado, vibrando en otro territorio, sintiendo  nuestras vivencias. 

A continuación otra experiencia…
María Cristina Rojas Ramón
Boston, Diciembre del 2017

La actividad en general invita a una reflexión donde nos volvemos parte del paisaje, somos parte de la naturaleza y su ecosistema y así a medida que transcurre la actividad, siento el aire fresco golpeando en mi cara y alegremente susurrando a mi oído dice: no tendremos mucho tiempo para poner nuestra propia casa en orden para  nuestras futuras  generaciones… nuestra Tierra viviente, me habla, queriendo ser escuchada, ella sabe que puede seguir respirando, pero me hace parte de ella, confía en mí! Descansa en mi renuncia al ego y da la bienvenida de corresponsabilidad, reciprocidad con la otredad para el desarrollo sostenible con la vida.






El invierno se viste de frío
Se pone de abrigo
Se ve en la montana
Se ve en el río.
El invierno se viste de frío
El viento soplando
Se escucha el invierno
El sol esconde su frío






La única esperanza para las especies que aún vivimos en la Pacha Mama es extender nuestras esperanzas en el aprendizaje continuo, y en el esfuerzo humano acorde con la magnitud que nuestra madre Tierra ahonda en el problema. El calentamiento global, la extinción masiva de especies en curso, y con ella la extinción de genes y ecosistemas, se alinea como pandemias o  la guerra mundial,  como una de las amenazas más letales, donde  nosotros mismos, la misma humanidad nos lo hemos impuesto a nosotros mismos!

               En invierno, cuando las temperaturas son tan bajas, la naturaleza brilla más, es como el oro,  pero blanca, inmaculada, como en estado de tranquilidad total, donde en esa tranquilidad toda clase de especies  desaceleran  para sobrevivir,  los días cortos y las noches largas…la nevisca,  agua solida,  quebranta estimulando  el refugiarse para estar allí, presente, como un remanso para cuidar, para cuidar su tierra Madre a la espera que las especies pequeñas tengan espacio para volver crecer. Sin embargo las especies locales previamente condenadas por el desarrollo escaparán a su destino.


               Siempre aprendí a admirar la naturaleza,  pero no tanto como ahora, cuando con tan solo conectarme siento su cuido y sanación, implícito en mi perrito, que tiene la certeza.   Alguna vez se han sentido estresados o ansiosos?, cuando eso me sucede a mi, lo primero que me falta es la respiración, el pecho se me aprieta y la falta de oxígeno golpea mi cuerpo; mi ansiedad aumenta y recuerdo los momentos de estrés en los que alguien me dijo, piensa en la naturaleza y solo respira, y esto es lo que mi mente hiperactiva y sistema nervioso querían escuchar, pero probablemente olvidamos nuestra conexión, nuestra energía, donde  somos parte del mismo grupo sanador, que solo tenemos que evocar a nuestra madre la Pacha Mama, y esto es exactamente lo que haríamos con nuestra madre si necesitáramos su ayuda, entonces evocar a nuestra madre Tierra es lo mejor que  podemos  hacer por nosotros  mismo, buscar su cuido, como ella busca del nuestro. 

Al conectarme más estrechamente durante esta experiencia con la respiración, y los rituales,
 mi  admiración, y mi presencia con la naturaleza me hace sentir parte del todo desde mi ser,
 y por un momento siento su  aliento de la vida, o la fuerza vital suprema. Pienso en el poder
 del agua,  las olas que viajan de un lado a otro, la lluvia desde el cielo precipitándose gota a
 gota con ese sonido encantador que  arrulla y tranquiliza,  el agua que baila en presencia 
nuestra a través de sus cascadas en  arroyos y ríos, y la belleza absoluta del agua sólida 
como lo es la nieve, que se desmorona desde lo alto suavemente como una mano mimosa
 de Dios, solo para nuestro regocijo de conectarnos  con mas belleza de toda perfección de  
nuestra madre Tierra. La ciencia nos ha mostrado que el sonido influye en la estructura del 
agua,  además la idea científicamente controvertida de que el agua puede contener una 
memoria de la influencia de la luz, el sonido y hasta la intención humana, en el cual muchas
 personas, incluida yo,  hemos quedados cautivados por el trabajo de Masaru Emoto, con sus
 imágenes en donde muestran los detalles y aristas de cómo la intención puede estar 
afectando el agua a nivel estructural. 


            Pudiendo  visualizar claramente cómo una intención particular, como la gratitud, se puede ver en la forma de una única estructura parecida a un copo de nieve, ya que estos flocones como yo los llamo tiene diferentes figuras geométricas de  perfecto diseño que al caer a nuestras manos o superficie desaparecen.  Por tal razón el propósito de esta bella actividad de establecer un mayor vínculo, haciendo honor al agua con las mándalas y baños de agua es muy especial, ya que creo  en nuestra capacidad  para influir en el agua a través de nuestras intenciones, nuestros sentimientos,  nuestras esencias vibracionales, según se afirma durante  la ejecución constante de rituales, como donde también se convierte el agua corriente en agua bendita para los católicos.




A la par , donde desde nuestros ancestros, creyendo en la 
capacidad del agua al ser afectada intencionalmente con
 fines curativos, así, resucito de mi tardanza y me digo:  
las especies omitidas de la Pacha Mama como nosotros 
mismo no nos deberíamos  mantener mas en silencio y
 por lo tanto no ponernos más en  riesgo de inexistencia,  
tenemos que ser más creativos y crear accesos
más cercanos a un mundo que es mayormente complejo  
para buscar nuestra sostenibilidad más allá de nuestra 
imaginación actual. Continuar con firmeza y levantar 
nuestras voces para difundir nuestros aprendizajes y
deseos de sobrevivencia y en mi abrazo con mi perrito 
BooBoo, digo: amor!.
Porque es todo lo  que necesita la Pacha
Mama. 
Continuar con firmeza y levantar nuestras voces
para difundir nuestros aprendizajes  y deseos de 
sobrevivencia y en mi abrazo con mi 
perrito BooBoo, digo: amor!. Porque es 
todo lo  que necesita la Pacha Mama  
               Para aquellos que dirigen y gobiernan en nuestra madre Tierra, por lo tanto suplicamos el crecimiento de las reservas naturales en todo el mundo, permitiéndonos hacer una solicitud sincera: no se detengan, ante el daño eminente del calentamiento global!  Solo apunten mucho más alto, y trabajemos sin cesar, jadeantes antes de que ni lágrimas podamos opinar.  Para aquellos que se sienten contentos de dejar que  la vida evolucione hacia cualquier destino al que se desvía sin pensar, digo, por favor tómense un tiempo para reconsiderarlo…









[1] Sutagao Rizoma del holon 14 


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